viernes, 31 de julio de 2015

EL ÁRBOL DE LAS 40 FRUTAS


Puede parecer algo salido de una pintura, pero es la obra real que Sam Van Aken espera completar en unos años. Se llama El árbol de 100 frutas (The Tree of 100 Fruits) y representa la meta final de un curioso proyecto iniciado por este profesor y artista estadounidense.
A completarse en 15 años, esta imagen ilustra el futuro de los árboles de 40 frutas que Van Aken ya creó injertando en un mismo tronco varios tipos de ramas de árboles frutales. Por ahora, sus creaciones producen duraznos, ciruelas, nectarinas, albericoques y cerezas. Pronto, si el experimento funciona, también tendrán almendras: todo en uno.
Van Aken llama a su proceso “escultura a través de injertos”. Cada árbol se construye a partir de técnicas de injertado, donde el artista hace pequeños cortes en el tronco e inserta una rama nueva. Luego de atarla y encintarla, el corte se cierra y la rama comienza a crecer junto al tronco.
Cada árbol tarda unos cinco años en desarrollarse lo suficiente para sumarle los 40 injertos que lo componen. El resultado es un árbol colorido, multifrutal y totalmente.
“Quería que el árbol interrumpiera y transformara la cotidianidad”, dijo Van Aken. “Cuando el árbol florece inesperadamente en colores diferentes y observas los distintos tipos de fruta colgadas de las ramas, no sólo cambia la forma en que lo ves, sino que cambia la forma en que percibes las cosas en general”.
Para su creador, uno de los propósitos de estos árboles es conservar la diversidad de variedades nativas de los Estados Unidos, pero este no es un proyecto puramente horticultural. Los árboles también son resultado de un proceso creativo, escultural: es la manipulación de un material vivo.
Pero no es todo. La obra de Van Aken también alude a todo un grupo de connotaciones culturales que tradicionalmente asociamos a los árboles -como fertilidad, estacionalidad, linaje- y, por supuesto, a un conjunto nuevo de interpretaciones que nacen del trabajo original del artista. Entre ellos, cabe mencionar la sustentabilidad, la conservación, las formas que encontramos para producir nuestros alimentos y cómo utilizamos la naturaleza como forma de hacer arte. Como dice Van Aken, el verdadero significado estará en el ojo de quien lo mire.
Por otro lado, estos curiosos ejemplares no se quedan atrás como árboles frutales destinados al consumo humano. A diferencia de los árboles tradicionales, los árboles de 40 frutas no producen grandes cantidades de una sola variedad de fruta que se echa a perder al poco tiempo: producen cantidades moderadas de muchas clases. Además, como las frutas maduran en tiempos distintos -entre julio y octubre- tampoco inundan la casa de frutas sólo una vez al año.Del Internet
Solo se puede ver como cada ser en este tiempo crea su propia maestría. Este es un caso palpable que todo es posible con el sentimiento o el "sentir".Es interesante ver como la humanidad despierta en este periodo; la creatividad y paciencia de este hermano es solo una muestra mas que el Corazón todo lo puede. Miles de bendiciones para el!
Demas es decir que las especies se crean de esta forma, así las hicieron en el Incanato, donde maestros videntes  ayudadas por el lenguaje del Corazón, como creadores se conectaban  con las especies o el espíritu de las plantas  o Qamakin.
Lobo Blanco Wayna Pacha

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